Las subvenciones agrícolas europeas, contrarias a los objetivos climáticos
Más de 80% de las subvenciones de la Política Agrícola Común (Pac) de la Unión Europea están destinadas directa o indirectamente a la ganadería, en perjuicio de los objetivos climáticos de la UE, subraya un estudio de la revista científica Nature Food, publicado el lunes.
La Pac es "económicamente disuasiva para las transiciones" hacia prácticas más sostenibles de los sistemas alimentarios, que representan cerca de una tercera parte de las emisiones de gas con efecto invernadero, señala el estudio.
"Pusimos en evidencia que la Pac apoya de manera desproporcionada los productos cárnicos en detrimento de la producción vegetal", indica la autora principal del estudio, Anniek Kortleve, de la universidad neerlandesa de Leiden.
"Es una sorpresa. Es un poco más pronunciado de lo que se muestra en otros estudios publicados anteriormente, a causa de lo que se toma en cuenta como ayudas para la alimentación animal", dijo a AFP.
Las subvenciones directas para los ganaderos representan la mitad de las ayudas y financian una agricultura altamente emisora de gas con efecto invernadero.
Las ayudas entregadas a la ganadería bovina, calculadas en 71 céntimos de euro por kilo. son en realidad del doble (1,42 euros) cuando se incluye la producción de alimento para los rebaños.
El estudio se concentra en 2013, último año donde la totalidad de los datos analizados se encuentran disponibles, pero las cifras de las ayudas muestra que "pocas cosas han cambiado" en su distribución hasta 2020, dijo Paul Behrens, coautor del estudio.
Teniendo en cuenta la importancia de las ayudas agrícolas en el presupuesto de la UE, los autores del estudio consideran que ponen en peligro los objetivos del continente europeo en materia de atenuación y adaptación al calentamiento climático.
A escala mundial, "las emisiones del sistema alimentario son suficientes para llevarnos más allá de 1,5 grados", declaró Behrens, en referencia al límite del alza de las temperaturas fijadas por el Acuerdo de París sobre el clima de 2015 con relación a la época preindustrial.
"Será muy difícil respetar este objetivo si se instala un sistema económico que impulse las producciones más nefastas", agregó Behrens, profesor asociado de la universidad de Leiden.
Reservar extensiones de tierra para los animales de crianza y sus alimentos impide también la reforestación y otras prácticas que podrían facilitar el retorno de más especies vegetales y animales y una mejor absorción del carbono, agregó.
(L.Møller--DTZ)