Cumbre Iberoamericana de Ecuador arranca marcada por líderes ausentes y protestas
La XXIX Cumbre Iberoamericana de Ecuador arrancó este jueves deslucida por protestas ciudadanas y con una reunión de cancilleres, muchos llegados a Cuenca en sustitución de presidentes y jefes de gobierno que priorizaron estar presentes en otras citas internacionales, lo que refleja el declive de este encuentro.
Varios cientos de personas convocadas por sectores sociales abarrotaron una importante vía de esa ciudad colonial para protestar contra el gobierno del presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, y la cita regional.
En una autodenominada "anticumbre", los manifestantes se detuvieron en una intersección cercana a uno de los edificios que alberga el encuentro en el que los cancilleres iberoamericanos intentan concretar el documento de cierre que se discutirá el viernes en la sesión presidencial.
"Quieren maquillar toda esta crisis, vivimos una grave crisis energética. Aquí los pueblos que se encuentran presentes, sectores campesinos, obreros, estudiantes, colectivos urbanos, están alzando su voz", dijo en la marcha a la AFP Abigail Eras, del grupo ecologista Hakuna Kai.
Bajo el lema "Innovación, inclusión y sostenibilidad", la cita de Cuenca es una prueba para el gobierno de Noboa, cuyo país acoge por primera vez el encuentro agobiado por el racionamiento de la electricidad para paliar una sequía histórica y la violencia criminal.
La cumbre se celebra marcada por la ausencia de la mayoría de los 22 jefes de Estado y de Gobierno convocados. Solo participan el rey de España, Felipe VI; y los presidentes de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa; y Andorra, Xavier Espot Zamora.
- Trump, México y Venezuela -
Una de las grandes ausentes es la presidenta mexicana, la izquierdista Claudia Sheinbaum, cuyo país rompió relaciones diplomáticas y demandó a Ecuador luego del asalto en abril a su embajada en Quito para capturar al asilado exvicepresidente Jorge Glas.
Está en duda la asistencia del mandatario colombiano, el también izquierdista Gustavo Petro, quien había confirmado pero recientemente canceló su participación a la COP29 sobre cambio climático por las fuertes inundaciones que afronta su nación.
También la del mandatario argentino, Javier Milei, sobre el que la prensa de su país asegura que viajará esta semana a Estados Unidos para intentar reunirse con el presidente electo, Donald Trump.
Precisamente, se prevé que en esta cumbre se discuta el regreso del magnate republicano a la Casa Blanca y sus amenazas de deportaciones masivas e imposición de aranceles a países de la región.
También la cuestionada reelección del gobernante venezolano Nicolás Maduro, la migración y los estragos del cambio climático en Iberoamérica, especialmente tras las inundaciones catastróficas en España.
- España protagonista -
Ante la ausencia de otros jefes de Estado, Felipe VI se ha llevado el foco de la cumbre, que en 2026 volverá a España. El monarca inauguró una escuela de fútbol del Real Madrid en Cuenca.
España, que por la crisis desatada por los desbordamientos no estuvo representada por el presidente del gobierno Pedro Sánchez, acude a la cita de Ecuador cuando su relación es delicada con algunos países latinoamericanos.
El gobierno español se ausentó en la investidura de Sheinbaum el pasado 1 de octubre luego de que México declinara invitar al rey. La anterior administración mexicana, liderada por su mentor Andrés Manuel López Obrador, pidió a Felipe VI que ofrezca disculpas por la conquista sin lograr respuesta formal.
Los vínculos con Argentina también continúan secos, incluso después de que Madrid nombrara a finales de octubre un nuevo embajador en Buenos Aires tras la crisis diplomática desatada cinco meses antes luego de que Milei llamara "mujer corrupta" a la esposa de Sánchez, Begoña Gómez.
Argentina envió a la cita a una delegación de bajo nivel.
- "Cumbritis" y protestas -
Esta edición de la Cumbre Iberoamericana está ensombrecida por la celebración de otras citas internacionales: el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Perú y la del G20 en Brasil.
"Las cumbres han perdido parte de la vitalidad que tenían en el pasado. (...) No había la 'cumbritis' que hoy está presente", comentó a la AFP Carlos Malamud, investigador principal del Real Instituto Elcano de España.
La canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, defendió la cita como "un pilar fundamental para impulsar la cooperación iberoamericana y dar seguimiento a los programas, iniciativas y proyectos que están en marcha".
Uno de los objetivos de la cumbre será adoptar "medidas para el desarrollo sostenible", así como "iniciativas para el combate a la delincuencia organizada trasnacional", adelantó.
(B.Izyumov--DTZ)