Indonesia suspende todas las exportaciones de aceite de palma
Indonesia, primer productor mundial de aceite de palma, empezó a aplicar el jueves un embargo completo sobre las exportaciones de este producto, lo que puede desestabilizar el mercado global de aceites vegetales ya tensionado por la guerra en Ucrania.
El archipiélago del Sureste Asiático sufre desde hace meses una escasez y un aumento de los precios del aceite de palma para cocinar y teme un aumento de las tensiones sociales.
El miércoles por la noche, las autoridades señalaron que el embargo se aplicará a todas las exportaciones de este oleaginoso y no solo a los productos destinados a aceites alimentarios, como había indicado un día antes.
"Todos los productos", incluido el aceite de palma bruto, "están cubiertos por un decreto del ministerio de Comercio", indicó el miércoles el ministro coordinador de Economía, Airlangga Hartarto, señalando que el embargo empezaría a medianoche.
El precio del aceite de palma bruto había subido el miércoles casi un 10% antes del inicio del embargo en la bolsa de Kuala Lumpur (Malasia), situándose un 63% por encima de los niveles de hace un año.
El presidente indonesio Joko Widodo señaló que el suministro de la población era "la prioridad más alta".
"Como mayores productores de aceite de palma, es irónico que tengamos dificultades en obtener aceite para cocinar", dijo pidiendo la ayuda de los productores.
Los problemas de abastecimiento internos del país, el cuarto más poblado del mundo con 270 millones de habitantes, están relacionados con que los productores prefieren destinar sus existencias al mercado internacional aprovechando los altos precios actuales.
Yakarta prevé reanudar las exportaciones cuando el precio al por mayor del aceite de cocción vuelva a sus niveles normales tras haberse encarecido un 70% en las últimas semanas.
- "Difícil de encontrar" -
Obtener aceite de palma, ampliamente usado en el archipiélago para cocinar, es problemático desde comienzos del año. Los consumidores más modestos a veces debe esperar horas en centros de distribución a precios subvencionados.
"El aceite de cocinar es difícil de encontrar, incluso al por mayor", explica Lius Antoni a la AFP. "Finalmente he decidido reducir mi consumo para no tener que hacer cola o pelear" para intentar comprarlo.
Para Ade Neni, vendedora de "gorengan", unas frutas fritas muy apreciadas por los indonesios, es un golpe duro. "Los precios elevados del aceite han reducido mis ventas y he tenido que aumentar mis precios", lamenta la comerciante.
El encarecimiento de los alimentos ha contribuido a la caída de la popularidad del presidente en sondeos recientes y ha provocado manifestaciones en varias ciudades.
Eddy Hartono, responsable de la asociación indonesia de productores de aceite de palma, dijo que estas medidas han hecho caer los beneficios de las plantaciones. "Hay un problema de abastecimiento, no de distribución", denunció.
Indonesia aporta un 60% de la producción mundial de aceite de palma, de la que un tercio se consume en el mercado interno de este país de más de 270 millones de habitantes, el más poblado del mundo.
India, China, la Unión Europea y Pakistán son sus principales compradores de este aceite, que también es un componente esencial para la fabricación de una amplia gama de productos, de cosméticos a alimentos.
Los aceites alimentarios habían alcanzado ya precios históricos en marzo debido a la escasez de abastecimiento mundial provocado por la invasión de Rusia sobre Ucrania, dos grandes productores de aceites de girasol.
(L.Møller--DTZ)