La lucha solitaria de una candidata feminista a las presidenciales de Corea del Sur
A Sim Sang-jung le sobran virtudes para aspirar a la presidencia de Corea del Sur --un currículum militante, una trayectoria sin escándalos y una excelente oratoria-- pero tiene la gran desventaja de ser mujer en un país patriarcal.
Además pertenece a un pequeño partido de izquierda, el Partido de la Justicia, que defiende un programa demasiado "radical" en una sociedad conservadora.
Salvo una excepción, los presidentes surcoreanos fueron siempre hombres al igual de los dos candidatos favoritos para ganar la elección presidencial que se celebra este miércoles.
Sim Sang-jung, de 63 años, defensora de los derechos de los trabajadores y las mujeres, fue electa diputada cuatro veces.
Su trayectoria, limpia de escándalos, contrasta con la de sus dos rivales, Yoon Suk-yeol, del Partido del Poder Popular (PPP, derecha) y Lee Jae-myung, del Partido Demócrata (DPK), actualmente en el poder.
Yoon Suk-yeol está acusado de vínculos con chamanes de dudosa reputación y Lee Jae-myung de estar apoyado por la mafia.
Sin embargo, la popularidad de Sim no supera el 10%.
"Corea del sur sigue siendo una sociedad patriarcal y es muy difícil para una mujer política llegar a la cumbre", dijo a la AFP Gi-Wook Shin, profesor de sociología en la Universidad de Stanford.
La única presidenta que tuvo Corea del Sur, Park Geun-hye, hija del difunto dictador Park Chung-hee, fue "una excepción, que aprovechó la herencia de su padre", señaló.
- Sociedad sexista -
Corea del Sur está dominada por un sistema político bipartidista, PKD y PPP, que marginaliza a los partidos menores.
El programa del Partido de la Justicia --justicia social y climática, igualdad de las mujeres, derechos LGTB y bienestar animal-- es considerado radical.
Sim, feminista militante, es la antítesis de Yoon, del PPP, que quiere suprimir el ministerio de la Igualdad de Género porque, dice, las mujeres no son discriminadas.
"El sexismo existe claramente en la sociedad surcoreana", dijo a la AFP Sim Sang-jung.
Los comentarios de Yoon pueden suscitar un peligroso sentimiento misógino y, en última instancia, dañar a la democracia surcoreana, sostuvo.
"Ya conocemos las consecuencias históricas de las campañas electorales que promueven el odio", agregó Sim.
Sim Sang-jung pasó casi dos décadas en el tumultuoso movimiento por los derechos de los trabajadores y cuando era estudiante trabajaba en las fábricas para organizar sindicatos.
En 1985, lideró una huelga en el complejo industrial de Guro, por lo cual figuró en la lista de personas más buscadas del país por el gobierno autoritario de la época.
En su programa, Sim propone una semana laboral de cuatro días, un cambio fundamental en un país obsesionado por el trabajo, donde lo asalariados tienen largas jornadas.
Sim es considerada una heroína por las mujeres jóvenes, su principal base electoral, dijo a la AFP Vladimir Tikhonov, profesor de estudios coreanos de la Universidad de Oslo.
Logró "articular la agenda de derechos de las mujeres" en un movimiento sindical dominado por los hombres, explicó.
El Partido de la Justicia tiene seis diputados en la Asamblea Nacional.
Sim atribuye su escasa popularidad a la incapacidad de convencer a los surcoreanos de ver más allá del bipartidismo.
Aunque no tiene posibilidades de ganar, su candidatura es "un símbolo importante", dijo Sharon Yoon, profesora de estudios coreanos en la Universidad de Notre Dame en Indiana (Estados Unidos).
Busca cambiar el "sistema bipartidista de Seúl, que funciona sobre la base de la política de personalidades y las lealtades regionales en lugar del interés general", dijo esta experta a la AFP.
"Ella está en una carrera de largo aliento", concluyó.
(P.Vasilyevsky--DTZ)