La petrolera española Repsol vuelve al verde en 2021 gracias a los elevados precios del petróleo
Repsol registró el año pasado sus mejores resultados en 10 años gracias al alza de los precios del petróleo, y se muestra confiado hacia el futuro, pese a las dificultades en Perú, donde el grupo español está implicado en un derrame en sus costas.
El gigante petrolero -que había registrado importantes pérdidas por casi 3.300 millones de euros en 2020 (3.750 millones de dólares), debido al descenso del consumo provocado por la pandemia de covid-19-, sumó el año pasado un beneficio neto de casi 2.500 millones de euros (2.830 millones de dólares).
Este resultado, alcanzado gracias a un sólido cuarto trimestre (con un beneficio de 704 millones de euros u 800 millones de dólares) es ligeramente superior a las previsiones de los analistas consultados por Factset, que estimaban una media de 2.350 millones de euros ganancias.
El beneficio neto ajustado, indicador más fiel al nivel de actividad de la empresa, alcanzó 2.454 millones de euros, frente a 600 millones en 2020.
Son "los mejores resultados de Repsol en la última década", se felicitó en un comunicado el director general de Repsol, Josu Jon Imaz, quien dijo querer "acelerar" la estrategia de diversificación emprendida por el grupo en 2021.
El gigante español se benefició el año pasado, como el resto de grupos petroleros, de la subida de los precios de los hidrocarburos.
La rama de Exploración y producción aportó así 1.687 millones de euros y la Industrial, que comprende las actividades de refinamiento, 606 millones. El sector de las energías renovables aportó, de su lado, 542 millones de beneficios.
Repsol, que se ha comprometido a alcanzar la neutralidad de carbono de aquí a 2050, inauguró a finales de junio su primer complejo fotovoltaico en Manzanares, al sur de Madrid, e invirtió también en un parque eólico en la ciudad de Zaragoza (norte), junto al multimillonario Amancio Ortega, fundador de Zara.
En vista de su "sólida posición financiera", la empresa pretende seguir con esta estrategia de diversificación y anunció una subida de la remuneración de sus accionistas en 2022, con un dividendo de 0,63 euros por acción.
La propuesta llega al tiempo que el grupo atraviesa dificultades en Perú, donde se produjo un derrame al mar de casi 12.000 barriles de crudo, según cifras del gobierno, el 15 de enero.
El vertido, calificado como "desastre ecológico" por el gobierno peruano, ocurrió mientras el buque tanque "Mare Doricum", de bandera italiana, descargaba en una refinería de Repsol.
"La compañía está poniendo todos los medios a su alcance para mitigar y remediar los efectos de derrame y ratifica su compromiso de colaboración con las autoridades peruanas y las comunidades afectadas", afirmó la empresa en el comunicado.
(P.Hansen--DTZ)